¿ES MÁS FELIZ EL QUE MENOS NECESITA?

 Buenas tardes a todos y gracias por entrar en mi blog filosófico (un hueco para razonar). Espero que estéis pasando unos buenos puentes (aunque ya hay que ponerse las pilas porque no nos queda nada de curso). Como ya sabéis, me llamo María José López. Soy una muchacha (y filósofa :)) de la clase de primero de bachillerato. Hoy, os hablaré de un tema que puede que os hayáis cuestionado alguna vez. Se trata del concepto de FELICIDAD. ¿Qué es la felicidad para vosotros? ¿Es un amigo? ¿Vuestra familia? ¿O tal vez el dinero? Antes de nada y, como habitualmente, os agradezco que os hayáis acordado de mí y que hayáis tenido un momento para entrar en mi blog filosófico una vez más. <3

¿En qué nos basamos para definir el concepto de felicidad?

Según la RAE (Real Academia Española), la felicidad la define como:

1. Estado de grata satisfacción espiritual y física (supongo que se referirá a un estado de privacidad y personal que te encuentras bien contigo mismo). 

2. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos mismos que contribuyen a hacer feliz. Puede ser tu madre, tu perro o un amigo. 

3. Ausencia de inconvenientes. Un ejemplo muy sencillo es cuando planeas un viaje o incluso un día de piscina. Sale todo como habías organizado y no hay nada ni nadie que arruine ese día. Desaparecen las preocupaciones.

¿O creéis que la felicidad se basa en tener más recursos como el dinero, un coche y casas lujosas? ¿O se basa en echar unas risas con los amigos, pasar un rato con tus abuelos o dedicarle tiempo a tu pareja?

Como actividad, os voy a poner dos fotos. Una de ellas, muestra la felicidad de forma material, y otra muestra la felicidad con pequeños detalles.

¿Cuál creéis que es mejor? ¿Sois materialistas o preferís los momentos con pequeños detalles?

Una persona materialista es aquella que su felicidad se basa en tener el mayor número de bienes materiales/ objetos. Es decir, para un materialista, la felicidad consiste en tener la mayor cantidad de objetos (ya sean caros como un coche, tener ropa de marca cara, muchas joyas, una gran mansión, etc.) porque piensas que, de un modo u otro, te van a hacer feliz.

La felicidad es muy subjetiva. Pertenece a las éticas materiales o también llamadas éticas de la felicidad. Como bien hemos dado en clase, las éticas materiales no son universalizables, ya que cada uno le da felicidad unas cosas u otras (estar con los amigos, tener el último coche que ha salido al mercado, escuchar el nuevo álbum de Bad Bunny, el verano, leer, irse de fiesta, beber, fumar, pasar tiempo con tu pareja, los atardeceres, tener una casa con piscina, pasar el rato con tu familia, echar un partido de fútbol, etc.). Además, se basa en una jerarquía de valores (ya que hay gente que le da más importancia a unas cosas que a otras. Por ejemplo, hay gente que considera que pasando el rato con tu novio vas a estar más feliz que irte un día a la playa con tus amigas y viceversa). Las éticas materiales se fijan en las consecuencias, no en el acto en sí. Es decir, que si mentimos para nuestro propio bien, conseguimos la felicidad, ya que si mentir nos va a ayudar a que nos sintamos mejor y vamos a pasar un rato más ameno, obviamente, elegimos esa opción. Dos ejemplos muy sencillos son:

- Te encuentras malo de la garganta. No para de toser, te duele la cabeza y tienes mocos. Hace un par de días, estuviste con un amigo tuyo que padecía los mismos síntomas que tú estás padeciendo ahora. Sospechas que es covid, pero, como te han invitado a una fiesta el sábado a un campo, decides no hacerte la prueba porque llevas mucho tiempo esperando a ese día y vas a estar con todos tus amigos. Como mi felicidad va a depender de la decisión que tome, pienso ir a la fiesta ya que, si no me hago la prueba, no se puede saber si es covid o no.

- Vas a la discoteca un sábado por la noche. Estás con tu mejor amiga. Ella se ha ido a pedir unos refrescos. Mientras, ves a su novio hablando con una muy amiga suya. La distancia entre ellos dos es mínima y parece que están muy a gusto entre ellos. Decides no contárselo a tu amiga y la llevas a otro lado para que no vea esa situación, ya que se lo puede romper el corazón.

¿Qué harías en estos dos casos?

A continuación (y como acabo de decir), la felicidad es subjetiva ya que, para algunas personas, algunas situaciones pueden causarle felicidad y otras, no.

Hay 6 tipos de felicidad: 

- Felicidad material (la cual ya hemos hablado y debatido). 

- Felicidad según Sócrates: se basa en el desarrollo intelectual. Para Sócrates bastaba con conocer lo justo para obrar correctamente. Quien obra mal, no es por voluntad, sino por desconocimiento. Así, no habría maldad sino hubiera ignorancia. 

- Felicidad según Aristóteles: Se basa en buscar un equilibrio. Para Aristóteles, la felicidad se basa en el punto medio (persona que piensa con cabeza) y en el Areté (excelencia o virtud).

También forja que hay un Ethos (que explica que el carácter es una virtud y que, si esta es buena, se puede volver en hábito). Por ejemplo, si tienes una virtud que es ser amable con los demás y eres amable con los demás día a día, el hecho de ser amable se convertirá en un hábito que la gente que te rodea verá en ti.

- Felicidad según Epicuro (hedonismo): consiste en huir el dolor y buscar el placer. Para Epicuro, lo que más dolor causa es lo que no podemos cambiar, como la naturaleza de la vida. También, explica que hay que alcanzar un estado de paz interior y de imperturbabilidad. 

- Estoicismo: una persona estoica muy importante para nosotros es Séneca. Los estoicos rechazaban la vida material y fluían con un logos y con imperturbabilidad de emociones. 

- La felicidad como utopía: ideal o meta que, aunque no exista, se piensa que se puede alcanzar.

- Escuela cínica (autor: Diógenes): Al igual que los estoicos, llevaban una vida austera (ascetismo). Según los cínicos, es más feliz el que menos necesita. 

- La felicidad kantiana: Kant sigue una ideología formal. La felicidad no se basa en las consecuencias que obtengamos, sino en el acto en sí. Se apoyan en unas normas que son universalizables.

Un ejemplo muy sencillo puede ser el copiarte en un examen. Sabes que está mal, pero, hay apartados que pueden caer en el examen que no te los sabes muy bien y decides hacer chuletas. En ese caso, estás siguiendo una ética material, ya que te basas en las consecuencias. Como te vas a copiar y no te van a pillar, sabes que vas a sacar buenas notas y tus padres no te van a reñir.


Por lo contrario, si decides no copiarte, te fijas más en el acto en sí que si vas a acabar siendo feliz (o no).

 

Para mi pensar, yo creo que es más feliz la persona que vive todos los momentos al máximo. Esa persona sabe que no se van a repetir esos días, ni esos momentos con amigos, ni esas risas con tu familia. El tiempo pasa y no se detiene. No todo tiene que consistir en, como se diría, un “jiji y jaja”. Hay momentos también malos (como sacar baja nota o fallar a un amigo), pero, los buenos momentos, considero que hay que vivirlos a tope. No sabes cuando vas a volver a vivir esos momentos, con que pienso que hay que vivirlos al 100%.

Además, no sé si os habéis parado a pensar en una cosa. Os pongo en situación: estás con tu familia o, en clase, con tu novio, o, mismamente, con tus amigos sentados en los bancos de la Salchi en verano. Es de noche, hace buen tiempo y, no paras de reírte con tu pandilla. No paras de reírte y pasártelo bien. De tanto tiempo estar así, te duele la barriga y la cara de tanto reírte. Pero, de pronto, te paras a pensar en la suerte que tienes de estar allí hoy, en tener los amigos que tienes, en vivir donde vives porque, sin ellos, no serías la misma, en hacer esos Tiks Toks que, son una tontería, pero disfrutas haciéndolos. Otra forma de disfrutar, puede ser, jugar a algún deporte (como el fútbol con tus amigos) o hacer ejercicio escuchando la música que te gusta.

Bajo mi punto de vista, también opino que es más importante el acto en sí que la consecuencia porque no siempre vas a esperar los resultados de la misma manera que tu te entregas a los demás. Me considero “kantiana a medias”. Suena un poco raro, pero nos lo dijo a mi grupo y a mí nuestra profesora de filosofía cuando expusimos un trabajo. No me fijo tanto en las consecuencias que puede tener el acto que haga (ya que siempre que se hace algo, hay que mirar de qué forma va a repercutir después). Por ejemplo, si yo hago algo que mis padres no quieren que haga y aun así, lo hago sin que mis padres no se enteren, de alguna manera u otra puede ser que se acaben enterando y la consecuencia de lo que haga puede ser mala.

En cambio, si te fijas más en la forma en la que haces el acto en sí, alomejor no consigues lo que quieres. Por ejemplo, si yo soy todo el día atenta y ayudo a todo el mundo, puede ser que la gente no me lo devuelva de la misma manera (o incluso que no me devuelva los buenos actos que hago), pero no me fijo tanto en la consecuencia o en lo que me puede ocurrir después de haber hecho ese acto (además de que cada persona es como es y hay que tratarlas con universalidad y dignidad).

Yo creo que también influye en que estés más feliz o no la autoestima y las ganas que tienes de hacer algo. Por ejemplo, no es lo mismo que vayas con tus amigos porque vayas por así decirlo “obligado”. Puede ser que, al estar con tus amigos, te lo pases bien, pero, sino tienes ganas de estar con ellos y tenías otros planes, parece que estás un poco por compromiso.

Igualmente, si estás pasando una mal etapa, puede que no te rías tanto con tus amigos o familia, ya que estás todo el rato pensando en tus problemas.

Así, hacer las cosas con cariño (o porque tu quieres), no es lo mismo que hacerlas por compromiso.

Para acabar (ya por fin porque creo que me he ido un poco del tema), os voy a dejar una pregunta al aire:

Cada persona es feliz de distinta manera, pero, que prefieres ¿estar solo, pero ser rico, tener todo lo que quieras, viajar al lugar donde tú quieras y cuando quieras? ¿o ser una persona económicamente normal, pero vivir en paz, con tus amigos y familia?

Y, otra pregunta que quiero que os planteéis, ¿el dinero da la felicidad?



     

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